canciones infantiles

Juegos en el elástico

Cuento del gato y el ratón

Cierto gato conoció una vez a un ratón, y le habló tanto sobre el gran amor y amistad que él le sentía, que por fin el ratón aceptó que podrían vivir y manejar la casa juntos. -"Pero debemos hacer una provisión para el invierno, o si no sufriremos hambre,"- dijo el gato, -"y tú, ratoncito, no debes arriesgarte en todo lado, pues puedes ser agarrado por una trampa algún día"- El buen consejo fue aceptado, y compraron una vasija de grasa, pero no sabían donde ponerla. Al fin, después de mucha consideración, el gato dijo, -"No sé de ningún otro lugar donde sería mejor almacenado que en la iglesia, ya que nadie se atrevería a llevarse nada de allí. Lo pondremos bajo el altar, y no lo tocaremos hasta que realmente lo necesitemos."- Así la vasija fue colocada en lugar seguro. Pero no pasó mucho tiempo para que el gato sintiera gran ansiedad por la grasa, y dijo al ratón, -"Quiero decirte algo, ratoncito; mi primo ha traído un pequeño hijo al mundo, y me ha pedido ser su padrino; él es blanco con puntos marrones, y debo sostenerlo sobre la fuente en el bautizo. Permíteme salir hoy, y tu te encargas del cuido de la casa".- -"Sí, sí,"- contestó el ratón -"por supuesto, ve, y si consigues algo bueno, piensa en mí, me gustaría una gota de vino bautismal rojo y dulce."

Cuento de el gato y el raton

Cuento de el gato y el raton

Cabeza hombro y rodilla

lunes, 31 de enero de 2011

Cuento de una abeja



La fantasía de la abeja

Cuento de una abeja

Era una abeja llena de alegría y vitalidad. En cierta ocasión, volando de flor en flor y embriagada por el néctar, se fue alejando imprudentemente de su colmena más de lo aconsejable, y cuando se dio cuenta ya se había hecho de noche. Justo cuando el sol se estaba ocultando, se hallaba ella deleitándose con el dulce néctar de un loto. Al hacerse la oscuridad, el loto se plegó sobre sí mismo y se cerró, quedando la abeja atrapada en su interior. Despreocupada, ésta dijo para sí: “No importa. Pasaré aquí toda la noche y no dejaré de libar este néctar maravilloso. Mañana, en cuanto amanezca, iré en busca de mis familiares y amigos para que vengan también a probar este manjar tan agradable. Seguro que les va a hacer muy felices”. La noche cayó por completo. Un enorme elefante hambriento pasó por el paraje e iba engullendo todo aquello que se hallaba a su paso. La abeja, ignorante de todo lo que sucediera en el exterior y cómodamente alojada en el interior del loto, seguía libando. Entonces se dijo: “!Qué néctar tan fantástico, tan dulce, tan delicioso! ¡Esto es maravilloso! No sólo traeré aquí a todos mis familiares, amigos y vecinos para que lo prueben, sino que me dedicaré a fabricar miel y podré venderla y obtener mucho dinero a cambio de ella y adquirir todas las cosas que me gustan en el mundo”. Súbitamente, tembló el suelo a su lado. El elefante engulló el loto y la abeja apenas tuvo tiempo de pensar: “Éste es mi fin. Me muero”. El Maestro dice: Sólo existe la seguridad del aquí-ahora. Aplícate al instante, haz lo mejor que puedas en el momento y no divagues

viernes, 28 de enero de 2011

El patito feo

El patito feo

La señora pata estaba muy contenta incubando sus huevos y pensando los simpàticos y gorditos patitos que pronto tendria.
A los pocos dìas nacieron unos patitos muy bonitos, bueno.. esccepto uno tan feo que hacìa reir a todo el corral.
Aquel patito no se paresia a los demàs. Sus hermanitos no querian jugar con èl y su madre lo rechazaba.
El se sentua muy triste y solito. Dolio, se marchò porque nadie lo queria. Ya encontrarìa donde vivir lejos de allì...

Canciones del gusano